"Cuerpo, alma y espíritu deben ir al unísono, mirando a Dios" Cuando al unísono, la gran trinidad (cuerpo, alma y espíritu) está desorientada y padece, nuestro corazón lo siente aunque la mente trate de disimular las circunstancias. Si deseamos vivir encapsulados en pensamientos de felicidad y tristeza, en tormentas y veranillos o en problemas y soluciones, eso haremos, pero no podremos engañar al trío sagrado por siempre. Eventualmente este colapsará por no disfrutar de los placeres trascendentales. Aunque es mejor, no importa si tu espíritu no vuela diario hacia Dios, es suficiente si aprecias la luz del sol, disfrutas de beber agua, sientes la fertilidad de la tierra y agradeces el aire que anima tus pulmones. Cumples con el primer requisito del yoga y la meditación. La mente intranquila y el pensamiento desenfrenado son otra barrera que has de pasar, quizá la más difícil y la que requiere mayor constancia y disciplina. Este es el segundo requisito. Es cierto que algunas p