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Mostrando las entradas con la etiqueta cine peruano

Muerto de risa

Acabo de ver esta película. Las actuaciones me gustaron, aunque no me acostumbro a la combinación chiste + grosería, típico del cine peruano, quiero decir, limeño. La grosería aparece como la cuña de un mal chiste. El “puta madre huevón de mierda” es el gran cierre que, supuestamente, convierte en bueno un chiste mediocre. Al menos eso creen los libretistas o el “impro” que les permiten a los actores y actrices. Así es el cine limeño, fiel a su público, a sus “causitas”. Pero estas líneas no tratarán de ello.  Hoy, a la hora del almuerzo, un comensal le decía a un amigo por el teléfono: “pareces un provinciano recién bajado ¿Cómo no vas a ubicar el restaurante?”. Precisamente, acabo de llegar a Lima. Sí, recién bajadito y me siento en otro mundo. Esta es una realidad paralela. Desde luego que puedo moverme y caminar, pero siento que no pertenezco aquí. Tengo muchas horas/bote, horas/bosque, horas/gente indígena amazónica como para desapegarme de sus lecciones y vivencias. Lima es u...

Willaq Pirqa, el cine de mi pueblo

Reseña de la película de César Galindo (2019). Acaba de nacer una historia encantadora. De entradita me atrapó el paisaje: la vegetación, las pampas, los cerros y los nevados. Me sentí en casa al ver en el cine lo que disfruto a diario por mi ventana. Luego pasé a la permanente sonrisa --como si me la hubieran tatuado-- debido a las ocurrencias de Sistucha, Wayruro, mamá Simona y los demás. Incluso creo que, por momentos, me convertí en aquel espectador latoso que comenta la película en voz alta como si narrara un emocionante partido de fútbol. Por otro lado, me encantó el enfoque: una comunidad campesina que enfrenta los retos de la modernidad a través del diálogo, la contrastación de las ideas y la reflexión, y que, además, ofrece soluciones prácticas y divertidas. En efecto, ningún indígena procesa la modernidad gratuitamente; a toda novedad le antecede la escucha, la prueba y la evaluación. Luego, lo nuevo, ya no es nuestro; es suyo, porque lo transforma y revierte a su manera. Y a...