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Mostrando las entradas con la etiqueta Voluntad divina

Señales

Ay la vida, ay mi vida...  ¿Causa y efecto?  Perdonen, pero no creo en ese desperfecto.  ¿Destino? Con su permiso, pero eso para mí no tiene tino.  ¿Incertidumbre? no pe, ¿acaso la vida no tiene lumbre?  Ya, seguro piensas que vamos a la deriva,  sorry pero eso con nada rima. Ya la vi, monos benditos somos,  a diario recibimos señales del universo,  todo para que nuestra vida no se ponga de reverso.  Otra cosa es que leer no sabemos,  por eso los dioses analfabetos han de vernos.  Otra cosa también es que no obedecemos,  por eso luego con traguito y cervecita anochecemos.  Ya pues, hay que ver la Voluntad Divina que viene con propina,  sí, aquella fortuna de vivir en la cima sin riña ni maña alguna. Ya pues, obedece, no seas terco ante la luz que enceguece,  porque el cáncer mata y la enfermedad adormece. En conclusión: entre Voluntad divina y decisión humana,  así caminamos en esta vida mundana.

El eterno deudor

“¿Cuánto es? ¿Cuánto te debo?” Son preguntas constantes. “Tu voluntad”, es una respuesta que para algunos resulta complicada, incómoda e incrédula, como estas que siempre uso: págame con lo que quieras, cuándo quieras, cuánto quieras y cuántas veces quieras.  Pero ahora, en este momento en que sostengo solo con plegarias lo que soy y lo que está bajo mi responsabilidad, en este momento en que me siento colmado por la Voluntad Divina que es tu propia voluntad, en este momento en que las carencias no logran tentar mis principios ni mi dignidad, en este preciso momento, ahora mismo, abandono la postura del incansable cobrador para asumir la del eterno deudor.  Estoy en deuda contigo –como con Él- y la única forma que tengo para pagarte es cumpliendo mi Propósito y compartiendo mi Esencia.

Inocencia

"Un destellito de Inocencia para no olvidar de dónde venimos" En la profundidad de su reflexión la Gran Entidad Creadora del Universo pensó en cómo dar forma a la Perfección; quiso evidenciar la Luz Sublime que poseía en cosas certeras. Fue así que creó una esfera que llamó la Gran Madre e Hija de la Vida, en donde podía albergar el fruto de su Gran Amor. Empezó con lo primordial, con la Nueva y Más Joven Luz Blanca (ya había creado otras estrellas) y la acompañó con un reflejo, la Gran Luz Llena, Creciente y Nueva (sabía lo que hacía). Entonces dijo agua, viento y tierra, y así se hizo en la Gran Esfera de la Vida. Entonces volvió e hizo mil formas de animales, plantas y minerales. A cada una les dotó de cuerpo y espíritu, pero además les dio su propia Gracia: la Incesante e Imperecedera Inocencia . Su obra era perfecta. Entonces se retiró a meditar de nuevo. Notó que la Gran Esfera de la Vida, la Gran Madre e Hija, acogía sin dilema a sus hijos. Todos los seres cumplían la ...

Poder y control

Tienes poder sobre mí, pero no control Dado que has decidido anunciarme con vehemencia y exactitud tus desbordadas emociones, me di cuenta que tienes un gran poder sobre mí, porque todo cuanto me has dicho me afecta y al mismo tiempo me encamina, todo cuanto de corazón me has dado me sobrecoge, todo tu amor y amistad están en el núcleo de mi existencia y constituyen el motor de mis pasos. Ese es tu gran poder sobre mí. Pero quiero decirte que una cosa es tu poder, que amo y respeto, y otra es tu ansiedad por controlarme, que hoy examino y desecho. Aunque con ahínco exasperas tus palabras y gestos, con todo respeto te digo que desde ahora tú no tienes control sobre mí, porque pretendes alimentar la ilusión de tu apego hacia mí. Te digo con franqueza, yo tampoco tengo el control sobre nada aunque quisiera. Crudamente te digo: nada de lo que más amo me pertenece o está bajo mis designios. Pero eso sí, como tú, tengo poder sobre algunas cosas: tengo el poder de ser quién quiera, con quién ...

Economía de la Providencia

Hoy no tengo dinero en mi bolsillo ni en ninguna otra parte, pero pagaré todas las deudas que he adquirido y todas las cosas que he comprado, porque la Providencia, alimentada por el incesante e interminable flujo de la Reciprocidad, y esta por el movimiento del Universo, y este por la Voluntad Divina, y esta por la Fe que mantenemos, y esta a su vez por la manifestación de la Providencia, está aquí y ahora que no tengo dinero en el bolsillo ni en ninguna otra parte. Por ello asumiré todas las deudas que he adquirido y todas las cosas que he comprado bajo el edicto de estas Tres Leyes: Pagaré lo recibido mucho antes, antes, durante, después o mucho después de haberlo recibido. Pagaré con lo que sea que desee pagar: dinero, metales preciados, bienes, servicios, favores, consejos, buenos deseos, plegarias, etc. Pagaré la cantidad y el monto que quiera, y cuantas veces quiera. Desde ahora pagaré mis cuentas con toda la riqueza que produce mi Propósito. Desde ahora trabajaré por d...