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Mostrando las entradas con la etiqueta Inocencia

Madre Tierra

¿Cuándo nos separamos de lo que siempre fuimos? ¿Cuándo nos deshicimos de la inocencia y por qué? ¿En qué momento interrumpimos la conexión con todo? ¿Cuándo dejamos de sentir la sabia del Universo en nuestro cuerpo? ¿Cuándo abandonamos el diálogo con lo Supremo? ¿Cuándo fue que desobedecimos con alevosía a nuestros creadores? ¿En qué momento desperdiciamos la oportunidad de la Conciencia Superior? ¿Cuándo el agua se convirtió en sangre, el fuego en furia, la tierra en lodo y el viento en lamento? Con todo eso, sin fecha ni tiempo, sin culpa ni ayni, sin decir gracias ni dar plegarias, pero con la panza llena y el rostro satisfecho, seguimos chupando la teta de la Madre Tierra.

Encuentro en el parque de la inocencia

Sin mayor preámbulo que una sonrisa se acercó bella, radiante, exquisita; no decía palabra alguna, las balbuceaba, como aquellas personas que al nacer extravían su inteligencia deliberadamente. Tan alta, tan bonita, una señorita hermosa y desconocida de pronto me sonreía con la simpleza de sus intenciones.  De inmediato pregunté al de arriba ¿Qué gracia he alcanzado para tal dicha? La respuesta también vino de inmediato, porque la inocencia llama a la inocencia; no hay regla de reverso en los imanes hechos con la Gracia Divina. Así fue y así lo entendí cuando la bella ternura hecha señorita con gran esfuerzo pero llena de gracia se dirigió a mi hijita y le dijo: “¿Bebé, bebé? Agugú bebé”. Ella, con la inteligencia truncada, y mi bebé, con la inteligencia en ciernes, de inmediato congeniaron... eran Sol y Luna, Tierra y Agua, Aire y Fuego, Amor y Ternura. Entonces comprendí que no hay regla, no hay edad, no hay razonamiento, no hay palabra, no hay matemáticas ni fractales, no hay un...

Visita al abuelo

Ayer visité al abuelo. Por fin tomé valor para decirle un par de cosas que atrasaron la sonrisa de la infancia... Ya frente a él no me reconoció para nada ¡Más al contrario me coqueteó creyendo que era una señorita!.. Grande Abuelito, no hay necesidad de aclarar nada, ya todo está olvidado por ambos. Más todavía, te envidio viejo, porque vives el presente como ninguno y lo haces con la alegría de antaño, como ninguno. ¡Has retornado a la inocencia y me devuelves la sonrisa con creces!

Inocencia

"Un destellito de Inocencia para no olvidar de dónde venimos" En la profundidad de su reflexión la Gran Entidad Creadora del Universo pensó en cómo dar forma a la Perfección; quiso evidenciar la Luz Sublime que poseía en cosas certeras. Fue así que creó una esfera que llamó la Gran Madre e Hija de la Vida, en donde podía albergar el fruto de su Gran Amor. Empezó con lo primordial, con la Nueva y Más Joven Luz Blanca (ya había creado otras estrellas) y la acompañó con un reflejo, la Gran Luz Llena, Creciente y Nueva (sabía lo que hacía). Entonces dijo agua, viento y tierra, y así se hizo en la Gran Esfera de la Vida. Entonces volvió e hizo mil formas de animales, plantas y minerales. A cada una les dotó de cuerpo y espíritu, pero además les dio su propia Gracia: la Incesante e Imperecedera Inocencia . Su obra era perfecta. Entonces se retiró a meditar de nuevo. Notó que la Gran Esfera de la Vida, la Gran Madre e Hija, acogía sin dilema a sus hijos. Todos los seres cumplían la ...