Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas con la etiqueta Niños

Juguetes de navidad

Surgió esa pregunta como si se iniciara una de esas grandes discusiones filosóficas: "¿Papis, por qué esa niña tiene tantos juguetes y nosotras no?". Más que pregunta, era una carencia insustancial mal disfrazada de reclamo. Y ahora que la Navidad toca los bolsillos, la respuesta, mejor dicho la incrédula justificación hecha respuesta, no tiene cómo salir.  Mala es la suerte de aquellos padres que con todo el amor tienen poco dinero para satisfacer la demanda. Pero el viento susurra y la providencia sobrecoge, así que hijas mías escuchen esto: “Una niña no es feliz por la cantidad de juguetes que tiene, sino por la cantidad de sentimientos que comparte con las personas que ama”.  Como dije, parecía una de esas grandes discusiones filosóficas, pero el rostro ceñido de las niñas no quería chamullo. Así que mi esposa y yo, claro está, terminaremos comprando los juguetes, los baratos, y luego compartiremos la sonrisa de las niñas, porque amor les sobra a ellas aunque no tenga...

Familia

Luego de la discusión se miraron llorando, y heridos en el fondo se abrazaron. La claridad de su llanto ayudó a ver el alma de cada uno, solo así pudieron leer en silencio qué decían sus corazones: olvidemos todos los antecedentes. Nada de los hechos del pasado serán nombrados, aunque son el germen de estas palabras. Todo empieza ahora. Lo que salga a continuación ayudará a conservar lo que más amamos de verdad: el compromiso de la sangre. Las bases de nuestra unión reposan en el vaivén de la felicidad y la tristeza; cuando hay fiesta crece la sonrisa y cuando hay enfermedad sobreviene el dolor, como decir que un día agradecemos el calor y más tarde aborrecemos el frío. Así, con altos picos y hondos abismos, no lograremos encontrar el permanente veranillo que espera en nuestro interior. Las exaltadas emociones nunca despertarán la sonrisa perenne de nuestros hijos. Debemos cambiar, por los papis, por la amistad de los retoños, por la sangre convertida en amor. Empecemos hablándonos con...

La jaula

Afiche Ch.Q. Nació acompañada de su llanto estrepitoso. Apenas salió del vientre tomó su primera bocanada de aire sin dudar. Vino sana, completa, robusta, perfecta, lista para el mundo. Desnuda como todas las anteriores a ella, solo le hacía falta el pecho de su madre, nada más. Ahora crece bajo los preceptos de sus padres, es tierna como él y sustanciosa como ella; sabe saludar y decir "por favor", podría vencerte con una sonrisa o doblegar tu enojo con un gesto, podrías darle todo sin que te lo pida. Es dócil, intrépida, valiente, dotada, fornida, incansable, irresistible. Pero no va más allá. Vive en un nido hecho de metal y de laberintos sin salida. Le ponen límites disfrazados de consejos y le dan juguetes terrenales para que no intente volar. Vive en una jaula, volando a medias, fingiendo caídas en el colchoncito de seda, sin lastimarse. Sus padres le mantienen esa promesa que se prolonga hasta la "mayoría de edad"; está atada a las emociones de ellos. La unió...