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La espiritualidad pragmática de la gente indígena

  El día martes pasado fui a conocer a Linda J. Seligmann, una antropóloga que ha convivido con la gente quechua andina alrededor de 40 años. La propaganda de la conferencia, decía: “La vida en los Andes: experiencia de trabajo de campo sobre etnicidad y género en los Andes cusqueños”. La cita fue en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco – UNSAAC, a las 10:00 am.  Antes de llegar al point , me encontré con Linda y con Daniel Guevara, quienes caminaban juntos rumbo al salón de grados. Me presenté. Linda, me pareció una persona jovial, sonriente, curiosa de saber cuál era mi tema de investigación. Es una persona adulta mayor, de baja estatura, delgada y de cabello ondulado. Vista de lejos, parece una universitaria más, con el pelo plateado, un morral y su mochila en la espalda. Sin embargo, cuando la miras y la escuchas de cerca, te das cuenta que no es de aquí por su castellano gringo, aunque estoy seguro que esa
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Sesión de Ayahuasca en luna llena. Natanael, se manifiesta

Para Nicomás, el probo aprendiz.  ¿Quién es Natael o Natanael? Pues yo mismo no lo sé bien, ja, ja, ja. Lo que pasa es que mientras cantaba, oraba y soplaba, ese nombre, como otros que no recuerdo, vinieron a mi mente y lo vocalicé. Nicomás, el joven aprendiz que vino desde la ciudad del Cusco hasta Quillabamba para su primera toma de Ayahuasca, al escuchar el nombre durante la sesión, pensó que me había equivocado. Pero no, no me equivoqué, ese nombre saltó, salió y fue enunciado. Vamos por partes.  Nicomás, el aprendiz ––aunque él aún no lo sabe––, llega a Quillabamba el día viernes 19 de julio de 2024 a las 21:00 horas. Yo pensé que llegaría a las 15:00 horas, porque vi su boleto de viaje y decía que salía del Cusco a las 10:00 horas, así que, en cinco horas, debía llegar a Quillabamba. Cuando le escribo, media hora antes de las 15:00 horas, para decirle dónde estaba, me responde con un “Ups” en el wasap. Pasa que tanto él, como su padre, quien compró el pasaje, leyeron 10:00 pm y n

Surcando el Urubamba (2015), de Asier Solana y Rodrigo Rodrich

El año 2015, Asier Solana y Rodrigo Rodrich, publican un testimonio escrito y visual de su viaje por el río Urubamba. El recorrido, comprende el tramo amazónico que comúnmente se conoce como el bajo Urubamba. El viaje, empieza y termina en Sepahua, un poblado multiétnico que tiene la categoría de comunidad nativa y capital de distrito. Precisamente, los viajeros parten de la Misión del Rosario de Sepahua, regentada por el fraile dominico Ignacio Iraizoz Goldáraz. Al respecto, podría decir que, en gran parte, este libro es la extensión de las ideas y experiencias de Ignacio, aunque en las palabras de Asier y las imágenes de Rodrigo.  Hay lugares icónicos del bajo Urubamba que los autores visitaron, como Maldonadillo, El Sepa, Nuevo Horizonte, Onconashiari, Puija, Sepahua, Santa Rosa de Serjali, Kirigueti, Kotsiri, Camisea, Cashiriari, algún asentamiento nanty-matsigenka, Timpia, Tsomontoni y el Pongo de Mainique. Por tanto, y lo más importante, hay personajes y escenas también icónicas

Comentario al libro “Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía”, de César Calvo

Hace muchos años, traté de leer este libro. No pude. No pasé del proemio, donde Ino Moxo enumera las pertenencias del aire, porque me resultó confuso e inimaginable. Hoy, me doy cuenta de que entonces no merecía conocer las enseñanzas de Ino Moxo, porque todo es merecimiento. Gracias. Cuando terminé de leer el libro, seguía preguntándome ¿Y cuáles son pues las tres mitades de Ino Moxo? No he podido resolver la pregunta; son muchas las opciones imaginadas. Sin embargo, prefiero estacionar en sus tres orillas: sabiduría, fuerza y cariño. (En la tradición ayahuasquera de don Alejandro Jahuanchi, de la que soy parte, las orillas son: voluntad, paciencia y fe).   Un aspecto que discrepo con César Calvo, es que haya pintado a Ino Moxo, y a todos los cuerpos y personalidades que habita, como alguien que mantiene una perpetua sobriedad y sabiduría. Parece que Calvo, siguiendo el entusiasmo indigenista de la época, aplica para Ino Moxo el guion ceremonioso, intangible e indiscutible que el Inka

Sesión de Ayahuasca: cantos y sanación

El día sábado 24 de febrero de 2024, durante la luna llena, programé una sesión de ayahuasca. La Leyna se encargó de llamar a la gente, bueno, a las mujeres, y yo a los varones. Llamé a Hernán, Kevin, Martín y Edu. No se me ocurrieron más, ja, ja, ja. Pero, luego, pensé en mi hermanito ¡¡¡Víctor!!! No le dije. Bueno, de ellos solo vino Hernán, porque le obligué, ja, ja, ja.  De las mujeres, vinieron: Vero, Chaves, Lizbeth y Valeria. Faltó una que no recuerdo su nombre… ¡Jessica! Dice la Leyna que estaba entusiasmada, pero le vino la regla, así que le dijimos que mejor para la próxima.  La Leyna y yo, a eso de las 3:00 pm, hicimos un baño caliente con plantas del jardín (floripondio, romero, muña). Un poco más tarde empezó a venir la gente: Vero, Lizbeth, Hernán y Valeria fueron las primeras. Chaves ya vino a las 7:00 pm, luego de sus clases de yoga. Trajo sus cuencos, los cuales los hizo cantar o mejor dicho vibrar después de haber tomado la plantita. Esas vibraciones traspasan el cuer

Todo pueblo tiene su loco. El origen de un personaje querido en la ciudad de Atalaya, en el río Ucayali

Mi nombre es Donaldo Humberto Pinedo Macedo, soy de la ciudad del Cusco, Perú, y hablo castellano. Nací hace 47 años y soy menos niño, lamentablemente. Mi trabajo como antropólogo me ha permitido viajar por la Amazonía sur peruana, especialmente al norte y al este del Cusco, donde tuve la oportunidad de conocer a los pueblos indígenas amazónicos Arawak (matsigenka, yine, ashaninka), Harakbut (wachiperi, arakbut) y Pano (yora-nahua). No hablo su idioma, apenas unas palabras para fintear (hacerme el que sabe). Mi interacción con ellos es puramente afectiva, dado que hay un lenguaje que hablan todos los seres humanos, el del corazón.  En uno de estos viajes relámpago, como se hacen ahora debido a las prisas y premuras del trabajo, conocí a una persona increíble, tanto por su discernimiento como por su capacidad de supervivencia en medio de una ciudad con gente “desconocida” o “indiferente”. Esta es la historia de Andy, el “loco del pueblo”. El día lunes 13 de diciembre de 2023, a las 12:

“Los peces cantan en el Ucayali” Comentario al libro del explorador y naturalista polaco Arkady Fiedler

A principios del siglo XX, era común ver gente extranjera en la Amazonía. Tenían diversos intereses, la mayoría extractivos, desde luego. Fiedler, no escapó a esta tendencia. Llegó hasta la localidad de Cumaría, en el alto Ucayali, con la finalidad de recolectar especímenes para llevarlos a un museo de su país. Ese era su trabajo, aunque, luego de leer el libro, no creo que haya sido su propósito. Pero bueno, esa era la ciencia naturalista de entonces, centrada en recolectar y desentrañar el funcionamiento de cada especie “nueva”, y ciega ante la dinámica integral del bosque y el río amazónico.   Coleccionar animales e insectos, pienso, está en la misma línea extractivista del caucho, la caoba y el comercio de indígenas. Y aunque Fiedler aborda estos temas con humor y elocuencia, no deja de lado la denuncia y la autocrítica.  El recorrido de Fiedler, desde la desembocadura del Amazonas en el Atlántico hasta la localidad de Cumaría, en el alto Ucayali, describe el sistema de transporte