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Mostrando las entradas de septiembre, 2019

El futuro de las lenguas indígenas

Ensayo.-   No preservemos las lenguas, sino los sentimientos sublimes y los pensamientos refinados que han elaborado los indígenas en su relación con el bosque y el río. Las lenguas indígenas no estarán aquí como las conocemos hoy. Talvez supervivan en los textos, pero no en el hablar cotidiano. Nuestras políticas de preservación de las lenguas indígenas están equivocadas, porque preservan reglas y sonidos que pronto serán vetustos. El pensamiento y las emociones indígenas tomarán su propio camino, sea en sus propias lenguas o mimetizadas en otras. PERSPECTIVA Ninguna de las lenguas indígenas que conocemos hoy fue la misma hace 500 años. Todas las lenguas indígenas que conocemos hoy cambiarán de acá 100 años. Las lenguas indígenas solo quedarán en el papel, porque en el habla común se habrán estirado al límite de la imaginación. El año internacional de las lenguas indígenas fue consignado para reconocer la pérdida, no para convertirse en un hito de continuidad. EL NUMEN DE LAS LENGUAS

El sistema

Poema.-   (A Silvia, por su amor sistemático) Yo soy el sistema, el sistema vive en mí. No soy perfecto, como él. No voy en contra de él, como él no está en contra mío. El sistema fluye en mí y yo fluyo en él, no por obligación, sino porque es así, así se dijo y así tenía que ser. Nací en él y él me vio nacer. Me crió, me enseñó, me sedujo. Su magia es elegante. Sus encantos son majestuosos, Su hedor indescriptibles, Su variedad contagiante. Entró por mis ojos y ahora vive en mí. Dejarlo es imposible, apartarme innecesario, cuestionarlo peligroso, convulsionarlo imprudente. El sistema vive en mí y yo en él, no porque quise, o él así lo quiso, sino porque así es y así será. No es libertad luchar contra el sistema, no es libertad desatarse de sus cadenas, no es libertad bombardearlo con alardes y pancartas. Porque sería atacarme a mí mismo, a quienes amo y espero que prosperen. Porque si él enferma, entonces yo también. Aunque parezca sujeto a él y él a mí, y aunque parezca conformista,

La gente del bosque y del río en épocas de cambio

Empecemos el viaje. Las ideas que nos guiarán por esta inusitada ruta son las siguientes: la gente del bosque y del río tiene una posición reguladora, pragmática, consensual y ecléctica frente a los nuevos procesos. Se advierte, ante la inminente transformación, la continuidad de sus valores fundamentales: el compartir, la hospitalidad, el diálogo, el pragmatismo, la franqueza, la alegría y, ocasionalmente, su carácter frontal. LOS COMPAÑEROS DE RUTA La primera vez que me subí a un pequeño bote de madera temblé por la aparente inestabilidad. Pero ese fue el menor de los problemas. El reto es aguantar todo el viaje con el mismo ánimo. El río parece inacabable y las horas son inconsecuentes. Si algo le sobra al bosque, al río y a su gente, es tiempo. Quiero decir que a esta gente le gusta viajar, transcurrir en el tiempo, como el río, sin ataduras ni achaques de conciencia. Le gusta conocer, explorar, curiosear y preguntar. Tiene el temple para ello, y siempre con la misma actitud, sin i