Ir al contenido principal

Los días oscuros



No importa el motivo ahora, pero hay días que amanecen oscuros. Son esos días malnacidos en que nos metemos de lleno al hoyo de nuestros vicios e imprudencias. Días negros, malditos. Están cargados de rabia, odio, frustración, decepción y cólera. Estos sentimientos hacen de la oscuridad un lugar acogedor desde donde disparamos los dardos envenenados más certeros para desmenuzar lo que hemos construido o lo que tanto nos costó amar. Nos convertimos en esa parte del universo, la que absorbe todo a su paso, incluyendo la luz de las estrellas y los pedacitos estelares de pan, somos agujeros negros en plena y orgullosa acción. ¡Así se van al carajo "esos días maravillosos" y se acabaron las "palabras de amor" para todos!
Sí pues, esas caídas en el hoyo de nuestras negras emociones son constantes en nosotros los seres ordinarios. Sí pues, la furia, la rabia y todo aquello es parte de nuestra vida y así será siempre, hasta que aprendamos a manejarlas. Pero hasta que eso pase y entre tanto, mi sugerencia -y que me perdonen los monjes y los maestros elevados- es que des rienda suelta a tu imparable deseo de odiar, maltratar, gritar, insultar, pegar y juzgar. Desatora tus trastes interiores. Saca por debajo de la almohada esa palabra hiriente que escondiste tanto tiempo. Libera esa frase maliciosa que reposaba como vino bajo tu lengua. Escupe la sangre envenenada. Vomita todo, lanza los trozos de mierda que guardaste, es más, baña a tu igual con toda la mierda que desees... Pero al salir del hoyo, porque siempre amanece otra vez, asegúrate de limpiarlo todo y repasarlo con miel.
Entonces, sólo entonces, estarás listo para comprender la actitud del monje y alcanzar a los maestros elevados. Sólo así entenderás a los que te odian y podrás perdonarlos. Sólo entonces aceptarás con calma a quienes, metidos en el hoyo, te echen toda la mierda que luego convertirás en miel. Sólo entonces podrás enterrar tu propio hoyo y despertar en amaneceres soleados aunque el cielo esté nublado.

Comentarios

  1. Sí es bueno desfogar... llorar, gritar y luego entender y entenderte a tí mismo, pero cuidado de cómo desfogas... Las palabras duelen más que un golpe y se quedan grabadas de por vida en el corazón. Y el daño puede ser irreparable!!! Ojo, tú aprendiste de ello y quien recepcionó estará preparad@ para superarlo, trabajarlo...?
    Silvia Bonet.

    ResponderBorrar
  2. Sí es bueno desfogar... llorar, gritar y luego entender y entenderte a tí mismo, pero cuidado de cómo desfogas... Las palabras duelen más que un golpe y se quedan grabadas de por vida en el corazón. Y el daño puede ser irreparable!!! Ojo, tú aprendiste de ello y quien recepcionó estará preparad@ para superarlo, trabajarlo...?
    Silvia Bonet.

    ResponderBorrar
  3. Donaldo,
    NO sé cómo tomar tus palabras, tienen algún sentido, pero no hay dias mal nacidos, solo dias que nos hacen refleccionar sobre nosotros mismos y si hemos fallado, comprender que lo hicimos por nuestra propia debilidad, pero asi como tenemos debilidades, tambien tenemos fortalezas y una de ellas es saber que somos perfectibles y debemos aprender a cambiar.
    Un abrazo:
    Juano

    ResponderBorrar
  4. Donaldo,
    NO sé cómo tomar tus palabras, tienen algún sentido, pero no hay dias mal nacidos, solo dias que nos hacen refleccionar sobre nosotros mismos y si hemos fallado, comprender que lo hicimos por nuestra propia debilidad, pero asi como tenemos debilidades, tambien tenemos fortalezas y una de ellas es saber que somos perfectibles y debemos aprender a cambiar.
    Un abrazo:
    Juano

    ResponderBorrar
  5. Controlar nuestras emociones resulta difícil, almenos cuando no tenemos práctica o no tenemos la intención de hacerlo, por ello brotan con fluidez y sin medir las consecuencias. Sí, estoy de acuerdo que debemos aprendar a canalizar esas emociones y esos días feos, pero para quienes no lo hacemos, entonces recomiendo que las suelten, pero luego que se preocupen de disculparse, con todo el corazón, porque ese es el primer paso hacia la canalización y la comprensión de otras emociones fuertes que recibiremos.

    ResponderBorrar
  6. Es cierto... a veces la mierda se acumula y sin querer y poder evitarlo rebalsa y embarra a cuanto objeto cercano tengas (incluyendo personas)... no tengo la santidad para decir que hay días que me hacen reflexionar, pichin con eso...hay días que se convierten en meses, semanas, incluso años y ese agujero negro se va apoderando de ti hasta transformar todo incluso opacar la luz, tu propones la lengua catarquita... y derrepente destrozar alguna que otra cosa en el periplo de desfogue... pero es temporal...ya la...
    Mq

    ResponderBorrar
  7. Es cierto... a veces la mierda se acumula y sin querer y poder evitarlo rebalsa y embarra a cuanto objeto cercano tengas (incluyendo personas)... no tengo la santidad para decir que hay días que me hacen reflexionar, pichin con eso...hay días que se convierten en meses, semanas, incluso años y ese agujero negro se va apoderando de ti hasta transformar todo incluso opacar la luz, tu propones la lengua catarquita... y derrepente destrozar alguna que otra cosa en el periplo de desfogue... pero es temporal...ya la...
    Mq

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Entrevista a don Alberto Manqueriapa Vitente, maestro curandero y “Personalidad Meritoria de la Cultura”

Por: Donaldo Humberto Pinedo Macedo. Fotografías: Reenzo Velásquez Bernal, Edward Zambrano Quispe y Uriel Caballero Quispitupa. Alberto Manqueriapa Vitente, es un maestro curandero --intermediario diría él-- de 60 años de edad. Nació en la comunidad nativa de Santa Rosa de Huacaria (Reserva de Biosfera del Manu), en el distrito de Kosñipata, provincia de Paucartambo, departamento del Cusco, Perú.  Alberto, procede de dos ramas culturales: por línea paterna, es Wachiperi (Harakbut), y por línea materna, es Matsigenka (Arawak).  En el año 2021, debido a sus conocimientos y prácticas relacionadas a la medicina tradicional amazónica, Alberto fue distinguido como “Personalidad Meritoria de la Cultura”. A parte de las sesiones de sanación con ayahuasca que dirige regularmente, Alberto es depositario de los rezos cantados Eshuva , los que fueron declarados Patrimonio Cultural de la Nación el año 2010. La entrevista fue realizada en el salón comunal de la comunidad nativa de Santa Rosa de Hua

Atención de salud de indígenas amazónicos en los hospitales de la ciudad del Cusco, 2020-2021

Artículo de investigación.- En el periodo febrero 2020 – agosto 2021 se ha incrementado la afluencia de personas de origen indígena amazónico a los hospitales de la ciudad del Cusco. Se trata, principalmente, de indígenas matsigenka monolingües que provienen del distrito de Megantoni (provincia de La Convención), quienes mantienen una relación de contacto reciente con la sociedad nacional Donaldo H. Pinedo Macedo 1 y Vilmanuel Díaz Vilca 2 1 Maestría en Antropología Social 2020, Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, Perú. 2 Escuela Profesional de Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, Perú. Descarga la versión PDF aquí (incluye notas al pie y bibliografía adicional) Nota de los Autores Donaldo H. Pinedo Macedo    https://orcid.org/0000-0002-0269-7097  Los autores no tenemos conflictos de intereses. Agradecemos a los Misioneros y Padres Dominicos del Vicariato Apostólico de Puerto Maldo

Toledo, Humala y Castillo. Tres destellos de la utopía andina en el Perú

Sentipensar.- La utopía andina, en mi mente, no es el regreso del Inka para subyugar a los neo conquistadores o restablecer un imperio perdido, sino más bien es la personificación de lo que significa ser un Inka... ¿Qué tienen en común Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Castillo? ¿Por qué mi mente -y mis sentimientos- trazan una misma señal cuando pienso en ellos? ¿Por qué cuando los veo por la tele mi palpitar es unísono? Me siento identificado con ellos -como millones de peruanos-, pero no por su posición política, que de hecho no comparto, sino porque su propaganda electoral activó en mí una fibra oculta que nace y renace. En efecto, hablo de la utopía andina. Debo aclarar que no soy una persona que tenga la secuencia genética indígena intacta -creo que ningún peruano la tiene-, más bien soy un mestizo (nada errante) que está enclavado en los Andes del sur, embargado de Apus e historias del Cusco, el “ombligo del mundo”. Pero aún así, la utopía andina, esa fibra de rebelde es

La hora de la hallpa en Quillabamba

Estoy con el “mago blanco”, mi bicicleta, paseando por las calles de la ciudad de Quillabamba. Paso por el parque Bolognesi, más conocido como el de las banderas, aunque no veo ni una. Busco una banca cómoda, con sombra, para el ritual de la hallpa. Me siento en una. Algunas personas, en otras bancas, juegan a las cartas. Todos son varones adultos. Tienen una mochila en la espalda y una bolsa verde de hojas de coca al lado. En la boca, el cigarro y el bolo coquero; en las manos, las cartas; en los ojos, las monedas apostadas y la ambición chispeante. Son las 9:00 am., es sábado. Lo mismo pasa el domingo, a la misma hora. Me huele que esto sucede todos los días y en cualquier momento. Estas personas se reúnen para la hora de la hallpa. Hallpero solitario No todos juegan a las cartas. Otros, en pares, hallpan, conversan y observan a los grupos de baile que ahí se reúnen. Yo estoy solo, con mi hallpa y mis pensamientos. Soy un hallpero solitario que apenas mira a la gente. En cambio, los

Memoria, historia e identidad. Joël Candau (2006)

Opinión.-   En las clases de "Teorías clásicas de la Antropología" estamos discutiendo el libro de Joël Candau, Antropología de la memoria (2006). En cuanto leí la introducción y las conclusiones, tuve dos impresiones inmediatas: El autor sobredimensiona la importancia de la memoria para el ser humano. Sus postulados se aplican a las sociedades modernas complejas, donde la memoria alcanza extensiones también complejas. Luego de la exposición del grupo y el debate consecuente, quedaron en mi memoria las siguientes ideas: a.- Me ratifico: considero que Candau sobredimensiona la importancia de la memoria. Es evidente que la memoria, que se trasluce en el recordar y olvidar, es importante para la existencia humana, pero no es el todo. Hay que considerar también el rol de la conciencia y el inconsciente, temas muy poco abordados desde la disciplina antropológica. Entiendo que, cuando escribió Candau, hacía falta sostener que la memoria es una importante variable para el desarroll