Ir al contenido principal

El puente indígena



¿Será que hay un pasado y un presente irreconciliables? ¿Por qué tenemos tan arraigada la idea de que la tradición indígena debe preservarse indefectiblemente? No soy indígena, soy un ser humano con una historia para compartir. Si tendría que retroceder tres generaciones por línea paterna, definitivamente les hablaría en algún idioma amazónico, talvez en pano o arawak. Pero eso fue hace tres generaciones, hoy en día hablo castellano y todo lo demás es pura sospecha. ¿Qué me diferencia de mis antepasados? ¿Fueron mejores o peores que yo? ¿Tomaron la decisión correcta?

Visito la selva cada vez que puedo, y la disfruto. Mi padre es de Morales, otrora un pequeño poblado cerca de Tarapoto. Mi madre nació en el Valle de Kosñipata, donde mi abuelo tenía una hacienda que producía caña de azúcar. Ambos de la selva, así que me guste o no estoy indefectiblemente ligado a ella. Pero mi vida transcurre en una hermosa e histórica ciudad de los Andes peruanos, el Cusco. El punto es que en algún momento, uno de mis antepasados selváticos decidió transcurrir en el tiempo sin atarse a un idioma, a una costumbre, a una etnia, a un espacio, a una identidad. Decidió cruzar el puente.

En lo que a mí respecta, no cultivo una chacra, no sé cazar ni pescar, rehúyo a los ríos caudalosos y aguanto heroicamente la picadura de los mosquitos. Pero aún así, desde el frío y la sequedad de los Andes, a más de 3 mil metros de altura, huelo a selva todos los días y la naturaleza es mi mejor amiga: me escucha, aguanta mis rabietas y me provee. 

Tampoco pertenezco a una comunidad nativa ni muchos menos califico como dirigente indígena. Pero aún así pienso en el bienestar comunitario y me inmiscuyo en muchas luchas muy a pesar de mi adorada esposa. 

En pocas palabras, no soy indígena, pero también cuido el bosque, quiero la naturaleza, protejo mi familia y defiendo mi comunidad. Entonces ¿Qué me diferencia del indígena? Suena gracioso ahora, de veras que es gracioso, pero se los voy a decir: mi ropa, mi idioma, el color de mi piel y mis hábitos modernos. ¿En verdad no es gracioso que lo superficial opaque la esencia que compartimos? Pero cuidado, no todo indígena posee los mismos valores por el hecho de ser indígena. Los valores no nacen con uno, se construyen. Así que no haré una apología de “lo indígena”. El respeto a la naturaleza y a los demás, vivir en equilibrio, tomar lo justo, reciprocar, ser solidario y sentirse parte de todo y ser nada al mismo tiempo, es un conjunto de actitudes que se aprenden. Si alguien te enseñó todo eso, entonces calificas como un ser humano honorable. Para usar términos contemporáneos, eres un ser humano social y ambientalmente sostenible.

Si tendría que hablar cara a cara con aquel antepasado que dio el primer paso hacia la transición, le diría que sigo siendo él, que aún compartimos la misma esencia. No he perdido mi identidad –la he cambiado-, no he perdido mi idioma –sigo comunicándome, -no he perdido mi cultura –he sumado más-, no he perdido mi territorio –me siento parte del mundo-, no he negado mi grupo étnico –soy un corpus social-, no he abandonado mi comunidad –ha crecido-. Así que seguiré con el legado, ya que alguien tiene que heredarlo ¿verdad?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Entrevista a don Alberto Manqueriapa Vitente, maestro curandero y “Personalidad Meritoria de la Cultura”

Por: Donaldo Humberto Pinedo Macedo. Fotografías: Reenzo Velásquez Bernal, Edward Zambrano Quispe y Uriel Caballero Quispitupa. Alberto Manqueriapa Vitente, es un maestro curandero --intermediario diría él-- de 60 años de edad. Nació en la comunidad nativa de Santa Rosa de Huacaria (Reserva de Biosfera del Manu), en el distrito de Kosñipata, provincia de Paucartambo, departamento del Cusco, Perú.  Alberto, procede de dos ramas culturales: por línea paterna, es Wachiperi (Harakbut), y por línea materna, es Matsigenka (Arawak).  En el año 2021, debido a sus conocimientos y prácticas relacionadas a la medicina tradicional amazónica, Alberto fue distinguido como “Personalidad Meritoria de la Cultura”. A parte de las sesiones de sanación con ayahuasca que dirige regularmente, Alberto es depositario de los rezos cantados Eshuva , los que fueron declarados Patrimonio Cultural de la Nación el año 2010. La entrevista fue realizada en el salón comunal de la comunidad nativa de Santa Rosa de Hua

Atención de salud de indígenas amazónicos en los hospitales de la ciudad del Cusco, 2020-2021

Artículo de investigación.- En el periodo febrero 2020 – agosto 2021 se ha incrementado la afluencia de personas de origen indígena amazónico a los hospitales de la ciudad del Cusco. Se trata, principalmente, de indígenas matsigenka monolingües que provienen del distrito de Megantoni (provincia de La Convención), quienes mantienen una relación de contacto reciente con la sociedad nacional Donaldo H. Pinedo Macedo 1 y Vilmanuel Díaz Vilca 2 1 Maestría en Antropología Social 2020, Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, Perú. 2 Escuela Profesional de Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, Perú. Descarga la versión PDF aquí (incluye notas al pie y bibliografía adicional) Nota de los Autores Donaldo H. Pinedo Macedo    https://orcid.org/0000-0002-0269-7097  Los autores no tenemos conflictos de intereses. Agradecemos a los Misioneros y Padres Dominicos del Vicariato Apostólico de Puerto Maldo

Toledo, Humala y Castillo. Tres destellos de la utopía andina en el Perú

Sentipensar.- La utopía andina, en mi mente, no es el regreso del Inka para subyugar a los neo conquistadores o restablecer un imperio perdido, sino más bien es la personificación de lo que significa ser un Inka... ¿Qué tienen en común Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Castillo? ¿Por qué mi mente -y mis sentimientos- trazan una misma señal cuando pienso en ellos? ¿Por qué cuando los veo por la tele mi palpitar es unísono? Me siento identificado con ellos -como millones de peruanos-, pero no por su posición política, que de hecho no comparto, sino porque su propaganda electoral activó en mí una fibra oculta que nace y renace. En efecto, hablo de la utopía andina. Debo aclarar que no soy una persona que tenga la secuencia genética indígena intacta -creo que ningún peruano la tiene-, más bien soy un mestizo (nada errante) que está enclavado en los Andes del sur, embargado de Apus e historias del Cusco, el “ombligo del mundo”. Pero aún así, la utopía andina, esa fibra de rebelde es

La hora de la hallpa en Quillabamba

Estoy con el “mago blanco”, mi bicicleta, paseando por las calles de la ciudad de Quillabamba. Paso por el parque Bolognesi, más conocido como el de las banderas, aunque no veo ni una. Busco una banca cómoda, con sombra, para el ritual de la hallpa. Me siento en una. Algunas personas, en otras bancas, juegan a las cartas. Todos son varones adultos. Tienen una mochila en la espalda y una bolsa verde de hojas de coca al lado. En la boca, el cigarro y el bolo coquero; en las manos, las cartas; en los ojos, las monedas apostadas y la ambición chispeante. Son las 9:00 am., es sábado. Lo mismo pasa el domingo, a la misma hora. Me huele que esto sucede todos los días y en cualquier momento. Estas personas se reúnen para la hora de la hallpa. Hallpero solitario No todos juegan a las cartas. Otros, en pares, hallpan, conversan y observan a los grupos de baile que ahí se reúnen. Yo estoy solo, con mi hallpa y mis pensamientos. Soy un hallpero solitario que apenas mira a la gente. En cambio, los

Memoria, historia e identidad. Joël Candau (2006)

Opinión.-   En las clases de "Teorías clásicas de la Antropología" estamos discutiendo el libro de Joël Candau, Antropología de la memoria (2006). En cuanto leí la introducción y las conclusiones, tuve dos impresiones inmediatas: El autor sobredimensiona la importancia de la memoria para el ser humano. Sus postulados se aplican a las sociedades modernas complejas, donde la memoria alcanza extensiones también complejas. Luego de la exposición del grupo y el debate consecuente, quedaron en mi memoria las siguientes ideas: a.- Me ratifico: considero que Candau sobredimensiona la importancia de la memoria. Es evidente que la memoria, que se trasluce en el recordar y olvidar, es importante para la existencia humana, pero no es el todo. Hay que considerar también el rol de la conciencia y el inconsciente, temas muy poco abordados desde la disciplina antropológica. Entiendo que, cuando escribió Candau, hacía falta sostener que la memoria es una importante variable para el desarroll