Libro sobre los impactos y controversias de la extracción de recursos naturales en la Amazonía sur del Perú
Un análisis de los impactos socioeconómicos, culturales y ambientales de mayor controversia que provocan la extracción de madera, de oro aluvial y de gas en el suroriente peruano
El Centro Cultural José Pío Aza y El Secretariado de Misiones Selvas Amazónicas han subido a la red el libro “Extracción de Madera, Oro y Gas en la Amazonía Sur del Perú: Impactos y Controversias”, un estudio que presenta los impactos más controversiales de la extracción de madera, oro y gas en las localidades de Sepahua (Ucayali), Boca Colorado (Madre de Dios) y Echarati (Cusco) respectivamente. Así también, el informe precisa las respuestas que los Misioneros Dominicos ponen en marcha frente a la incidencia de estas actividades.
Según el estudio, la extracción de madera en Sepahua permite la reproducción de la tala ilegal y la legalización ilícita de la madera, contribuye a la pérdida de la cobertura vegetal del bosque, acentúa las relaciones laborales informales y forzosas, y amenaza los recursos forestales de las comunidades nativas. Por su parte, la extracción de oro aluvial en Boca Colorado permite la realización de prácticas informales, ilegales y violentas (interdicciones), incrementa la contaminación de los ríos y del bosque, contribuye al deterioro de la salud humana, acentúa la desertificación de los bosques y estimula actividades económicas perniciosas. Finalmente, la explotación de gas natural en Echarati contribuye a la contaminación ambiental por derrames y fugas, acentúa la escasez de pescado y de animales de caza, genera cambios alimenticios en la población indígena, ocasiona brechas sociales por concepto de distribución de canon, genera contradicciones en las políticas referidas a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial, y presiona sin mesura el cambio de las formas de vida indígena.
Ante esta coyuntura, los misioneros dominicos anteponen sus principios humanitarios por sobre las tareas evangelizadoras. Su prioridad es resguardar la vida, la dignidad y la libertad de los grupos sociales más vulnerables y desfavorecidos. Su arraigado compromiso los convierte en asesores, intermediarios, voceros, representantes y aliados de las comunidades nativas. No se oponen al desarrollo ni a la expansión de las actividades extractivas, sin embargo, ante cualquier atisbo de injusticia e inequidad levantan su voz con firmeza y señalan directo a los responsables.
El estudio fue elaborado por el antropólogo Donaldo Pinedo y el economista Marko Calsina, consultores del Centro Cultural José Pío Aza y del Secretariado de Misiones “Selvas Amazónicas” de los Misioneros Dominicos.
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