Ensayo.- |
En esta exposición sostengo que el movimiento indígena amazónico no se cierra a la modernidad. Quiero decir que no la rechaza de plano, sino que la moldea o transforma a su favor a través de un conjunto de estrategias combinadas y distinguibles. Es un movimiento que, para incluir sus reivindicaciones y aspiraciones sociales en la modernidad, utiliza todas las tradiciones y modernidades que están a su alcance y que ha logrado renovar o adaptar. Además, es un movimiento que utiliza estrategias democráticas como principio y las ejecuta de forma gradual: empieza con el diálogo y las reuniones institucionales, pasa por los trámites burocráticos y la incidencia mediática, y termina en la protesta.
Palabras clave: movimiento indígena amazónico, modernidad, tradición, inclusión
El Movimiento Indígena Amazónico y su Camino hacia la Inclusión
Agradezco a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco por la oportunidad que me brinda para exponer algunas ideas sobre el movimiento indígena amazónico y su relación con la modernidad. En líneas generales, considero que esta relación no siempre declina en un camino excluyente, si no que también presenta un rostro inclusivo, sobre todo cuando las organizaciones indígenas amazónicas, a través de un conjunto de estrategias democráticas de estilo propio, exigen a la modernidad reivindicaciones y aspiraciones sociales.
Para desarrollar esta idea, parto de una experiencia que viví en un taller de elaboración de cerámica de la etnia Wachiperi el año 2001. Aquí me di cuenta que la gente del bosque y del río amazónico, para alcanzar un objetivo concreto, utiliza con mucha facilidad todas las herramientas materiales e inmateriales que tiene a la mano. Son gente que posee una gran capacidad de adaptación, un avanzado sentido pragmático y expresa sus aspiraciones del presente sin entrar en conflicto con el pasado.
En efecto, todas estas características se reflejan en el movimiento indígena amazónico contemporáneo. Pero, además, hay un conjunto yuxtapuesto de diversas influencias socio históricas que el movimiento utiliza para develar el rostro inclusivo de la modernidad. Hablo del bagaje tradicional latente, de la influencia de la educación formal y de la experiencia ganada con agentes académicos, gubernamentales y empresariales.
Con todo este cuerpo de conocimientos, el movimiento indígena amazónico pone en marcha, de forma gradual, un conjunto de estrategias democráticas distintivas, que van desde el diálogo hasta la protesta, pasando por las “reunionitis”, el “papeleo” y el uso de las redes sociales.
Modernidad y exclusión
La institución organizadora de este seminario taller ha propuesto varios ejes para abordar el tema del racismo y la discriminación. Yo escogí el Eje 3, “modernidad y exclusión”, porque quería desarrollar el modo en que el movimiento indígena amazónico se articulaba a la modernidad.
La primera pregunta que saltó en mi mente fue: ¿La modernidad es sinónimo de exclusión? Considero que no necesariamente, por cuanto las instituciones públicas que representan la modernidad a veces abren espacios para la inclusión de las demandas indígenas. Talvez suene un poco más reivindicativo si lo digo de la siguiente manera: el movimiento indígena amazónico exige a las instituciones de la modernidad que incluya las demandas, regule los derechos e incorpore las aspiraciones sociales, económicas, educativas, sanitarias y territoriales de la población indígena.
Las estrategias que el movimiento indígena amazónico utiliza para pedir, demandar, exigir o reclamar es el diálogo, el “papeleo”, el uso de los medios de comunicación y la protesta social. El objetivo es buscar todos los caminos democráticos que están a su alcance para incluirse o beber de los privilegios de la modernidad.
Antes de entrar al tema, me gustaría relatarles una experiencia que me ayudó a comprender un poco más la lógica de quienes sustentan el movimiento indígena amazónico contemporáneo.
Taller de cerámica Wachiperi, técnica y lógica
En el año 2001, un grupo de amigos organizamos un taller de cerámica con la finalidad de rescatar los conocimientos tradicionales de la etnia Wachiperi (familia lingüística Harakbut). Juntamos a varias mujeres adultas para que enseñen a las jóvenes a hacer ollas de arcilla.
Luego de juntar la arcilla, las profesoras empezaron a cavar la tierra, haciendo pequeños hoyos ovalados que les sirvieron de molde para sus vasijas. Esta era la forma tradicional. Otras profesoras, las más jóvenes, utilizaron como molde la parte externa de algunas ollas de metal. Esta era la forma moderna, mejor dicho, la utilización de un objeto moderno para reproducir una forma tradicional.
Seguidamente, preparamos la arcilla en una superficie lisa hasta formar varias tiras largas y gruesas. Las maestras dijeron que antes se utilizaba la parte interior de la corteza del árbol de plátano como superficie para armar las tiras de arcilla, pero ante la escasez de cortezas y la gran cantidad de asistentes, se optó por utilizar como base una mesa de madera lijada. No hubo mayor problema.
Las maestras sobrepusieron las tiras en el molde y las unían utilizando la parte externa de un pedazo de cráneo de mono. Esta era la forma tradicional, pero como había un solo cráneo de mono para tantas aprendices, entonces una de las profesoras trajo varias cucharas de metal. Tanto el pedazo de cráneo como la cuchara, al poseer una superficie externa ovalada y lisa, cumplieron la misma función.
De pronto vino una viejita, muy viejita en realidad, que no había sido invitada al taller. Pero llegó, no dijo nada a nadie y solita comenzó a hacer su olla de arcilla. Las más jóvenes y las propias profesoras la veían, tratando de copiarse de ella, porque hacía las cosas “como se hacía antiguamente”. En esta interacción fue hermoso ver dos cosas: primero, que una anciana venía a enseñar sin decir nada, porque era suficiente con observarla, y segundo, que a ésta mamá grande no le importaba si las demás mujeres utilizaban herramientas tradicionales o modernas, pues solo quería verlas hacer.
La conclusión es que nosotros, como organizadores del taller, estábamos convencidos de haber aportado a la continuidad de la cultura Wachiperi. Sin embargo, más tarde nos enteramos que ninguna de las mujeres volvió a hacer ollas de arcilla. Siguieron utilizando las ollas de metal de siempre. Desde luego, esto no quiere decir que la cultura Wachiperi haya desaparecido, al contrario, sigue vigente, porque las mujeres no dejaron de cocinar, de alimentar a sus hijos/as y de criar a su pueblo con todas las herramientas materiales e inmateriales que tienen a la mano.
La tradición y la modernidad en el movimiento indígena amazónico
El actual movimiento indígena amazónico ha bebido de muchas tradiciones culturales que ahora utiliza para desenvolverse en la modernidad. Los/as líderes han pasado por escuelas, colegios y universidades. También han asistido a un millar de talleres de capacitación sobre liderazgo y derechos indígenas. A parte de ello, reciben el apoyo técnico y financiero de distintas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs).
Sin embargo, en su bagaje, en su equipaje cultural propio, siguen vigentes varias de sus características, como la organización clánica, el colectivismo étnico y la asociación panindígena. También están vigentes algunos de sus preceptos, como la cooperación, la solidaridad, el compartir y la hospitalidad. Y, sobre todo, siguen utilizando aquellas capacidades sociales que han sido perfeccionadas en el rigor de la interacción, a saber: la adaptación, el diálogo, la experimentación y el aprendizaje continuos. Todas estas herramientas les ayudan a discernir sobre qué cosas o ideas nuevas son convenientes adoptar o no.
Hago un paréntesis para resaltar la importancia de la relación entre reivindicaciones políticas y aspiraciones humanas. No podemos cerrar la comprensión del movimiento indígena en las reivindicaciones formales. Debemos ver a las personas, a los seres humanos que están detrás del movimiento, quienes manifiestan una inclinación práctica y funcional hacia la modernidad. Con práctica me refiero a que no existe mayor dicotomía en dejar cosas de la tradición y asumir aspectos de la modernidad. Con funcional quiero decir que, luego de probar el dulce de la modernidad, la gente utiliza todas las cosas o ideas que sirvan para seguir reproduciendo su forma de pensar, decir y hacer. Solo tomando en cuenta estos aspectos será posible identificar las aspiraciones humanas del movimiento indígena amazónico, hablo de la dignidad, la equidad y la inclusión.
Por otro lado, en el liderazgo indígena amazónico debemos advertir la influencia de las plantas sagradas o sicoactivas, como la ayahuasca, el floripondio y el tabaco. El linaje de líderes y lideresas tradicionales no solo está revestido de un entrenamiento para saber hablar en público, sino que también se sostiene en una práctica ritual trascendente que forja el carácter, la personalidad y la templanza que todo/a líder debe tener para tomar decisiones y guiar a quienes representa.
Considero que todas estas tradiciones y modernidades se han yuxtapuesto o entremezclado. El resultado es un conjunto de herramientas que, perfeccionadas bajo un sello propio y sin la menor dicotomía, sirven para enfrentar a la modernidad y exigirle la inclusión de reivindicaciones y aspiraciones sociales.
Por ello, para analizar el movimiento indígena amazónico contemporáneo, se debe tomar en cuenta las diferentes influencias que éste ha recibido, desde su bagaje tradicional hasta las formas modernas que ha logrado adaptar, pasando por las aspiraciones humanas y cívicas de quienes lo componen.
Las estrategias de inclusión del movimiento indígena amazónico
Considero que, en el ámbito nacional, el movimiento indígena amazónico toma forma a través de dos organizaciones: AIDESEP (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana) y CONAP (Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú). La más fuerte o la que exige más a la modernidad es AIDESEP. Sin embargo, ambas demandan una serie de reivindicaciones en las áreas de la salud, la educación, el control del territorio y la regulación de los impactos y beneficios de las industrias extractivas.
En su estrategia, la primera opción siempre es el diálogo y el “papeleo”. El primero se refiere a las distintas y recurrentes reuniones que realizan las organizaciones indígenas con representantes del Estado. El “papeleo” se refiere a la formalización de la demanda, es decir, a la remisión de cartas, oficios y pronunciamientos que se dirigen a las instituciones públicas y privadas.
El problema con las reuniones es que, luego de haber conversado lo mismo tantas veces, las soluciones tardan en llegar o se ejecutan de manera parcial. Esto se debe a un Estado poco funcional o burocrático, con funcionarios/as eventuales o rotatorios, y una escasa voluntad política en las altas esferas para resolver las demandas indígenas.
Con las reuniones infructuosas viene el “papeleo”. Las organizaciones indígenas “empapelan” al Estado, es decir, exigen que éste cumpla, observe, ejecute y modifique las leyes peruanas para salvaguardar el derecho indígena. Si el ámbito legal se agota en las instancias nacionales, entonces se acude los organismos internacionales. Hay toda una maquinaria legal detrás de las organizaciones indígenas, siendo una de las estrategias mejor articuladas.
A la par del diálogo y del “papeleo”, está el uso de los medios de comunicación para difundir las demandas y reivindicaciones. Los principales canales de difusión son las redes sociales y las estaciones de radio de alcance local o regional. La televisión y la radio nacional pocas veces ofrecen cobertura, excepto cuando la noticia pasa a la fase “protesta”.
En efecto, la protesta social es la última fase, es la opción inevitable ante el fracaso de las estrategias anteriores. Por ello, debemos cuestionar esta idea generalizada de que las organizaciones indígenas inician sus reclamos con la protesta.
Es interesante notar que la protesta no solo refleja la capacidad de convocatoria que tienen las organizaciones indígenas amazónicas, sino la conciencia cívica que poseen los distintos pueblos que la conforman para unirse y reclamar sus derechos.
El problema con la protesta es que, si bien empieza con fines pacíficos, poco a poco desemboca en violencia. Un ejemplo lamentable fue el conflicto de Bagua en el 2009.
Conclusiones
Considero que el movimiento indígena amazónico se enfrenta o se para frente a la modernidad, no para rechazarla de plano, sino para corregirla, transformarla, suavizarla y abrirla hacia la inclusión. La estrategia será “a la buena”, es decir, mediante el diálogo, las formas legales y los medios de comunicación, o “a la mala”, con el uso de la protesta.
El movimiento indígena amazónico utiliza todas las herramientas culturales que tiene a su alcance para beber de la modernidad o corregirla. No existe dicotomía, contrariedad o discusión al utilizar técnicas tradicionales o modernas para alcanzar un objetivo (recuerden las lecciones del taller de ollas de arcilla que les relaté). No importa la procedencia del método o de la técnica, mucho menos su pertinencia filosófica, lo que importa es canalizar o efectivizar un resultado práctico y funcional que, en este caso, es redimensionar la modernidad a su favor.
El análisis del movimiento indígena amazónico y de sus reivindicaciones no solo debe centrarse en el carácter de sus organizaciones representativas, en las estrategias democráticas y legales que pone en marcha, en la incidencia que tiene en los medios de comunicación o en las consecuencias de sus actos de protesta, sino que, además, debe incluir la influencia de las diferentes tradiciones culturales, de las plantas sicoactivas y de las aspiraciones sociales que persiguen las personas que lo componen.
Para finalizar, considero que el movimiento indígena amazónico no es atávico, al contrario, es un movimiento del presente, de síntesis, caracterizado por su pragmatismo y funcionalidad. Es un movimiento en el que subyacen, más allá de las reivindicaciones, aspiraciones sociales o mejor dicho humanas.
Cusco, 14 de julio de 2021.
Nota del Autor
Esta ponencia fue presentada en el “Seminario Taller sobre Racismo y Discriminación: re-construyendo ciudadanías diversas e inclusivas, Eje 3 – Modernidad y exclusión: Políticas públicas, brechas, pueblos indígenas y afrodescendientes”.
El evento fue organizado por la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco (Ministerio de Cultura) y se proyectó en la plataforma virtual de YouTube, el 25 de junio de 2021. https://www.youtube.com/watch?v=JdenmmSwsiw
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