Acabo de revisar lo que siempre fui y acabo de diseñar lo que quiero ser. Deseo ser el amante perfecto, sin ambicionar el resguardo material ni la fe bíblica. Hay gradas que no subiré. Mudo mi carácter en la enfermedad, dejo a un lado las aristas espinosas y el dardo envenenado. Adopto la meditación y el amor eterno, el amor indistinto. Compartiré resuelto mi gracia y mi esencia, porque yo las he recibido sin condiciones, ¿cómo podría condicionarlas a los demás? Dios ama a todo y a todos, su amor es un merecimiento colectivo, no individual. El amor es el sello genético que nos despierta a la vida.
Acabo de revisar lo que siempre fui y acabo de diseñar lo que quiero ser. Deseo ser el amante perfecto, sin ambicionar el resguardo material ni la fe bíblica. Hay gradas que no subiré. Mudo mi carácter en la enfermedad, dejo a un lado las aristas espinosas y el dardo envenenado. Adopto la meditación y el amor eterno, el amor indistinto. Compartiré resuelto mi gracia y mi esencia, porque yo las he recibido sin condiciones, ¿cómo podría condicionarlas a los demás? Dios ama a todo y a todos, su amor es un merecimiento colectivo, no individual. El amor es el sello genético que nos despierta a la vida.
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