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Surcando el Urubamba (2015), de Asier Solana y Rodrigo Rodrich

El año 2015, Asier Solana y Rodrigo Rodrich, publican un testimonio escrito y visual de su viaje por el río Urubamba. El recorrido, comprende el tramo amazónico que comúnmente se conoce como el bajo Urubamba. El viaje, empieza y termina en Sepahua, un poblado multiétnico que tiene la categoría de comunidad nativa y capital de distrito. Precisamente, los viajeros parten de la Misión del Rosario de Sepahua, regentada por el fraile dominico Ignacio Iraizoz Goldáraz. Al respecto, podría decir que, en gran parte, este libro es la extensión de las ideas y experiencias de Ignacio, aunque en las palabras de Asier y las imágenes de Rodrigo. 

Hay lugares icónicos del bajo Urubamba que los autores visitaron, como Maldonadillo, El Sepa, Nuevo Horizonte, Onconashiari, Puija, Sepahua, Santa Rosa de Serjali, Kirigueti, Kotsiri, Camisea, Cashiriari, algún asentamiento nanty-matsigenka, Timpia, Tsomontoni y el Pongo de Mainique. Por tanto, y lo más importante, hay personajes y escenas también icónicas de la gente ashaninka, matsigenka, yine y yora-nahua que Asier describe con amena elocuencia y Rodrigo retrata con filtro revelador. Así, el libro logra eso que pocos autores pueden: sencillez y profundidad al mismo tiempo. 

Es evidente que Asier es un viajero y un conocedor de la zona. No es su primera surcada la que relata, ya que aprovecha el libro para exponer su larga experiencia. Y he aquí la riqueza testimonial de este libro: he aquí que Asier, imbuido por la sabiduría de los frailes dominicos que le antecedieron, relata, con carisma y amenidad, su propia surcada por las impredecibles pero persistentes correntadas de la lógica indígena.

Rodrigo Rodrich, en cambio, no opina con la palabra, sino con la imagen. Me he deleitado con fotos que, para cualquier viajero casual, serían imposibles de tomar. Lo digo porque mucha gente que he conocido en el bajo Urubamba, especialmente en aquellos años que Asier y Rodrigo realizaron su viaje, era reticente a las cámaras fotográficas de los desconocidos. Así que, la cualidad de Rodrigo no solo está en la impactante calidad y mensaje de sus fotos, sino, en hacer que la gente del bosque y del río pose para que hable por sí misma. Esto, no lo logra cualquier fotógrafo, al menos no quien piensa primero en su fama y luego en la gente. 

La organización temática del libro me pareció genial, por útil. Por ejemplo, si alguien quiere leer sobre los nanti o los nahua, o la educación y el liderazgo indígena, o la salud y la educación, o el proyecto Camisea, entonces tiene que buscar en el índice y ya. Pero, advierto, los textos de Asier son descriptivos, circunstanciales, basados en la relación concreta con la gente, y, sin embargo, develan la profundidad de la lógica práctica y concreta del ser indígena. Por eso digo que Asier es periodista, misionero y antropólogo, aunque esencialmente periodista, porque no se enreda con el dogma religioso ni explora las abstractas discusiones antropológicas. Asier, ha escrito para aquellas personas que buscan entender la profundidad del pensar, decir y hacer de la gente del bosque y del río amazónico. 

Finalmente, he leído este libro mientras surcaba el río Urubamba, desde la comunidad nativa de Puerto Rico hasta la ciudad de Quillabamba, pasando por el Pongo de Mainique. Es el año 2024, casi nueve años después de la publicación de este testimonio y más de 15 años del viaje de Asier y Rodrigo, y debo decir algo sobre el Pongo de Mainique: ya no es aquel misterio peligroso que alberga el inicio y el final de las almas matsigenka. Ya no. Ahora, el Pongo es un atractivo turístico atravesado con cámaras de celular y wifi incorporado en el bote ponguero de 200 caballos de fuerza. El Pongo ya no es un misterio ni un peligro; ya no es la barrera que divide el alto del bajo Urubamba. He visto gente pasando el Pongo mientras mira en su celular un video sobre el Pongo. He visto gente que duerme mientras pasa el pongo, porque está soñando con el dinero que ganará en la municipalidad de Megantoni. El Pongo de Mainique, ya no es la frontera espiritual matsigenka. Ahora, pasar el Pongo es un requisito para llegar al salario municipal. 

Donaldo Humberto Pinedo Macedo.

Quillabamba, 03 de setiembre de 2024.

Si quieres adquirir el libro: https://selvasperu.org/producto/surcando-el-urubamba/ 

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