Madresita linda, Doctorita atenta, Maestrita lúcida, ante ti me presento con el corazón abierto, cabizbajo, preparado para tus consejos y sabidurías. Te pido permiso para ejercer mi propósito con el resplandor y la sencillez que produce una flor en la montaña gris, sin dejar de reconocer los principios de funcionamiento del Universo, de tu Universo, y consciente de que no es un camino fácil ni satisfactorio, sino una cuenta que he de pagar con diligencia y sin quejas. Así me presento ante ti, te ofrezco lo que soy para que me transformes, amamantes, cures y guíes.
Así es Viejita Sabia, aquí estoy y te presento también a quienes desean aprender de ti; dales no lo que buscan sino lo que Tú deseas que sepan; que comprendan, que sientan, que renazcan si así lo quieres; que vomiten todo, que suelten, que les duela, que se asqueen, que se asusten, porque así lo aceptaremos siempre. También Viejita Sabia, sé que no todos te merecen, que no están listos, que no te comprenden e incluso te malinterpretan, entonces que se vayan así nomás como vinieron si es tu voluntad.
Al final Viejita Sabia, aquí estoy, aquí estamos, ante ti, atentos, con el corazón abierto y cabizbajos.
Comentarios
Publicar un comentario