Baguazo, otra vez

 

Aidesep postea para recordar el Baguazo. Lo había olvidado. No guardo la efeméride, sino sus implicaciones. 

Habrá movimiento en los próximos meses. No solo está el descontento Boluarte en ciernes; destacan, además, intereses regionales para negar a los indígenas aislados, relajamiento de las interdicciones mineras en MDD y excepciones en áreas intangibles para las industrias extractivas formales. Todo un paquete de reformas dispuestas como proyectos de Ley. Para acompañarlas ¿Regresará el discurso del “perro del hortelano”? ¿Regresarán las balas del progreso que acallan discernimientos disidentes? ¿Retornarán las lanzas y las flechas de indígenas absolutistas? ¿Saldrán los azuzadores de ambos bandos? ¿Morirán los que siempre mueren, es decir, los de pies descalzo (en su mayoría) y los de uniforme comando manchado de sangre ajena? 

Si de algo nos podemos agarrar para que no haya otro Baguazo, es de la fraternidad, del diálogo, del acuerdo ejecutado (no del acta), de los beneficios repartidos, de participar en las decisiones (no como consulta previa) y, principalmente, de intercambiar los discernimientos (en vez de acallarlos). 

En la foto, mi pata y dirigente Roger Rivas Korinti, con quien diferimos constantemente en el modo de protestar (él va por las movilizaciones con cara pintada y flecha en mano, y yo por los posteos reflexivos en face); con quien diferimos en carácter a la hora de reclamar (él es frontal, altisonante y unidireccional, y yo persuasivo, amable y sonriente); con quien diferimos en discernimiento político (él dice que se vayan todos, y yo digo que Castillo me representa); con quien reímos y nos hermanamos en una hallpa sagrada, o comiendo “kamlu wantan” en un Chifa donde sirven harto, cochino, rico y barato. 

Digo yo, como consta tras bambalinas de la foto, allí, en la Casa Campesina del Centro Bartolomé de las Casas, que la defensa lascaciana del indígena ya no es vertical, sino fraterna, bidireccional, dialogante, pacífica y altamente afectuosa.