- Bernabé Villodre, M. M. (2012). Pluriculturalidad, multiculturalidad e interculturalidad, conocimientos necesarios para la labor docente. Revista Educativa Hekademos, (11), 67–76.
- Pérez Ruíz, M. L. (2002). De las relaciones interétnicas a la interculturalidad. En R. Béjar & H. Rosales (Coords.), La identidad nacional mexicana como problema político y cultural. Los desafíos de la pluralidad (pp. 53–93). UNAM-CRIM.
La lectura de Bernabé Villodre (2012) ofrece definiciones precisas. La pluriculturalidad, es la presencia de diversas tendencias ideológicas y grupos sociales (interrelacionados o no) que están coordinados en una unidad estatal. El multiculturalismo, es la presencia en un territorio de diferentes culturas que se limitan a coexistir pero no a convivir (no hay intercambio ni unidad social). La interculturalidad, es la comunicación entre culturas, es el encuentro cultural y es la toma de conciencia de la diferencia. Ello implica reconocimiento, aceptación y comprensión de la otredad. La interculturalidad, por tanto, es un estado ideal de convivencia de toda sociedad pluricultural.
Considero que las definiciones de Bernabé Villodre, funcionales para el ámbito pedagógico multicultural de España, tienen un peso estatista e integracionista. Es decir, se enmarcan bajo los preceptos de un Estado-Nación que intenta integrar (allanar, incluir, ¿homogeneizar?) las diferencias étnicas que presenta un aula. Pérez Ruiz (2002), sin embargo, cuestiona esta postura. Dice que la integración, si está forjada a partir de relaciones de subordinación y dominación, puede terminar en etnocidio o genocidio. Sobre la interculturalidad, considera que su construcción implica que las jerarquías identitarias (originaria, indígena y nacional), que están en permanente conflicto, deben interrelacionarse bajo marcos jurídicos que garanticen la convivencia, la interacción positiva y los espacios de participación equitativa. Aunque Pérez Ruíz analiza la construcción de la identidad étnica, el conflicto de clases y las relaciones de poder en México, no desarrolla, bajo su enfoque marxista, la aplicación práctica de la interculturalidad. Por ejemplo, queda por detallar qué tipo de marco jurídico es factible, qué se entiende por “interacción positiva” y, cómo y cuáles serían los espacios de participación equitativa.
Donaldo Humberto Pinedo Macedo.
Cusco, 23 de setiembre de 2023.
Hola, Donaldo, estoy de acuerdo con tu análisis de que la interculturalidad es un estado ideal de convivencia de toda sociedad pluricultural. Sin embargo, creo que es importante tener en cuenta que la interculturalidad no es algo que se da de forma natural. Es necesario un esfuerzo consciente y sostenido por parte de todos los actores sociales para construir una sociedad intercultural. ¿Qué opinas tú?
ResponderBorrarDavid, considero que la interculturalidad sí se da en forma natural. Me explico: si consideramos la interculturalidad como la capacidad de la gente de comprender (imbuirse) en otra cultura que no sea la suya, entonces los ejemplos humanos sobran, aunque a mí sólo se me ocurre uno: la gente indígena amazónica del Perú, en este caso cito a la Matsigenka (familia Arawak), sobre todo los varones y mujeres adultas, tienen la facilidad o la intención de iniciar conversaciones con la gente de fuera que visita sus comunidades. Su intención es saber, conocer, comprender y recabar lo que piensa esa gente para así aumentar el discernimiento propio. Desde luego, hay otra razón utilitaria, que sería solicitar un apoyo (dones, bienes, servicios) concretos. De todas formas, la intención de conversar --con todo lo que supone-- se enmarcaría dentro del principio del compartir, en el sentido amplio (al conversar se comparten valores, saberes, perspectivas, etc.). Sin embargo, es posible que esta concepción de interculturalidad que te pinto no cuadre mucho con la concepción intercultural de "comprender" al otro --lo cual, desde luego, ameritaría una fase de convivencia permanente y no una visita turística--, pero ya es algo, quiero decir, hay la intención de siquiera conocer qué piensa el otro y qué me puede aportar en términos de discernimiento, opinión, perspectiva y reciprocidad.
BorrarAhora, queda claro que una conversación personal (entre dos personas, quiero decir) es un evento particular y aislado que, en términos colectivos y de políticas interculturales, puede significar muy poco. Pero es precisamente ese el problema, que nuestras políticas interculturales están centradas en el "respeto" y "en el diálogo" institucional, que es formal, pautado, esquemático y promovido por las instituciones del Estado (talleres, conversatorios, foros, mesas de diálogo, etc.), lo que les da un ribete de hipocresía (todos son interculturales en los talleres, pero afuera, regresa el statu quo). Además, mientras la gente trabaje en el Estado, en entidades culturales, son súper recontra interculturales, pero cuando salen, regresan a sus prejuicios. Entonces, digo, para concluir, que podemos encontrar ejemplos de interculturalidad sublimes y avanzados en otras culturas que no son las nuestras, en este caso, en las culturas indígenas amazónicas. Ailton Krenak, líder indígena amazónico de Brasil, quien escribió el libro "La vida no es útil" (2023), dijo que la oralidad es una “praxis basada en la escucha”, y esta es la forma de relacionarse unos con otros. Tal vez, sacando a relucir lo que dijo Krenak, deberíamos, en nuestra vida diaria, empezar a escuchar a los demás; no solo escuchar, también asentir.