Varias amistades, debido a la coyuntura, anuncian que están "limpiando su face" de personas que hacen comentarios polarizados o intransigentes. La justificación es la "paz mental", mientras que el objetivo es "contigo sí y contigo no" (la limpieza face me recuerda una limpieza racial o de clase, no sé por qué).
He dicho en algún momento que construir un gueto face, por más rico que sea recibir likes y comentarios lambiscones, es rechazar la convivencia; es huir del diálogo.
Como fuera, la dimensión de la amistad --y de la familia-- va mucho más allá de la posición política. Un amigo puede opinar cosa contraria a la tuya, pero a la hora de la hora (cuando las papas queman) compartirá afectos, solidaridades, anécdotas y virtudes. Eso es amistad. Entonces ¿Vale la pena reducir una amistad a una opinión contraria a la tuya? (Si es así, creo que estamos siendo un poco engreiditos/as).
No le puedes pedir a un amigo/a fidelidad de ideas, aunque sí lealtad en actos. Si quieres fidelidad, no buscas amigos, buscas que te echen flores; estás construyendo una zona de confort basada en adulaciones.
Pero claro, qué hacer con los amigos y familiares que tienen posturas recalcitrantes y obstinadas, tipo DBA e IBA. O qué hacer con los amigos que a la hora de la hora te tiran piedras (te lastiman en carne y hueso). Lo interesante de las opiniones y las posturas es que son relativas y contextuales (hoy soy facho, mañana pro comunista; hoy soy protestante, mañana policía). Lo interesante de quienes maltratan, es que tarde o temprano requerirán un alivio (¿Se los vas a dar, verdad?). Por tanto, la verdadera amistad y la familia deben estar por encima de las opiniones y posturas.
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