Reflexión sobre quiénes financian las protestas indígenas
Antes que el verbo feminista y antipatriarcal me haga bulling, aclararé a qué me refiero con "ama de casa": es la persona dueña de casa, es la que administra el hogar, es la que define qué se compra y qué no se compra para la despensa y el refrigerador. Es la que adquiere, almacena y distribuye el alimento en casa. Es una persona experta en los menesteres del hogar y, desde luego, en otros menesteres fuera de él. Hoy en día, la "ama de casa" es la jefa/e del hogar, pero también es jefa/e de su vida y de su cuerpo/a. Su compañerex, si lo/a tiene, es su complemento o su antítesis.
Mi señora es mi jefa (la gente que me conoce asentirá convencida). El otro día me dijo, en plan queja, que el kilo de tomates había subido a siete y 10 soles, y que el gas estaba en 70-100 soles. Para ella, el precio era un escándalo. La razón: el desabastecimiento de alimentos debido a que los/as protestantes bloquean las carreteras.
Luego me dijo: "las caseras del mercado también han salido a protestar". Luego, Ricardo, el que nos provee de gas --pero que ahora ya no tiene-- me dijo que apoyó en la olla común de la Plaza Túpac Amaru llevando víveres. Luego, en las noticias, veo a las vendedoras ambulantes repartiendo sus productos a los/as protestantes, y a las señoras del mercado haciendo lo mismo.
Saco las cuentas, hago línea y, aunque no soy un experto, le digo a mi esposa: ¡Eureka, ya sé porqué las cosas están tan caras! (Ella me mira extrañada porque es obvio), pero le digo: "Porque alguien tiene que solventar la protesta, y esos somos nosotros".
De todas las fuentes de financiamiento que se le atribuyen a la protesta, las amas de casa aportan un hilito, un riachuelito que alimenta este gran río del descontento popular. Sí, aunque varias amas de casa se quejen de la protesta y de la "raza" de los/as protestantes, sepan que también aportan, porque, parte del costo de los alimentos que ustedes compran, se va para apoyar la protesta.
En efecto, una de las características de nuestra sociedad quechua-andina-amazónica, es el principio de relacionalidad, es decir, que todos y todas estamos relacionados en toda forma; todas y todos dependemos de otros y otras, aunque en apariencia tengamos diferencias ideológicas.
Así que, mi querida y respetada ama o amo de casa, tú también aportas a la protesta, aunque no sea de forma consciente y voluntaria. Aportas a través del compromiso social de tu casera o casero.
Ahora bien, si no quieres aportar directa ni indirectamente a la protesta, es decir, si quieres dejar de depender de quien cultiva tus alimentos y te vende el gas y las verduras, entonces empieza a plantar en tus maseteros y así progresivamente, hasta que llegues a la autonomía alimentaria. Aunque, si llegas a este punto, debo advertirte que, si bien ya no dependerás del campesino agricultor ni de la casera comerciante, tu libertad tendrá otro precio: dependerás de la tierra, del agua y de la solidaridad, como lo hace la gente del campo.
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