Reflexión y tiradera
Estoy en contra de la violencia, de donde venga. Soy medio gandhiano (solo medio, no completamente). Así que miro los sucesos desde mi escritorio, desde mi laptop. Sin embargo, quiero opinar, ya que el Face es propicio para las tiraderas.
TERRUQUEO.- Es la forma más insana para justificar una matanza. La muerte de unos es la consolidación de los privilegios de otros. ¿Dónde te ubicas?
JULIACA.- Las personas asesinadas no son números (como en la lista del colegio o en las camas de los hospitales). Cada muerte violenta pudre un rinconcito de nuestros corazones. Se siente, se llora.
DESMANES.- Son intencionados, planificados, programados y poco espontáneos (no son por necesidad). O sea que es gente que siembra el terror y arma la fórmula de la muerte: propiedad violentada + vándalos = matanza segura.
RESPONSABLES.- Unos dirán Dina y su premier. No, no, no. Ella no gobierna las armas ni las balas ni las intenciones de quienes disparan. Las balas vienen del fascismo militar disfrazado de galones democráticos, y de las "botas locas" que siguen órdenes (estas testimoniarán su arrepentimiento de acá 20 años, porque resulta que mataron a sus paisanos).
TERRUCOS DE VERAS.- Son los antisistema poniendo en práctica sus mañas terroristas. Se han subido al coche; incitan, revuelven, se disfrazan, cizañan. Tienen plata y redes, narcoplata y colectiredes. Ellos y ellas no dan la cara ni la sangre, no ponen el pecho; van otros idiotas a hacer el trabajo sucio.
LLANTA QUEMADA.- Cierran pistas y calles, tiran piedras y amenazan; paralizan el transcurrir. Absolutistas, prepotentes, mentecatos, autoritarios, tiranos de la calle. Protesten, sí, pero no frieguen a los amarillos como yo.
POLITO BLANCO.- Hipócritas. Tendrán el polo blanco, pero sus ideas son sangrientas, crueles, fascistas y racistas. Prefieren el autoritarismo fujimorista en vez del cholismo castillista.
TAWANTINSUR.- Gran idea, con o sin Evo, Lula o Boric. Pero le temo al conservadurismo quechua-andino: proclasista, proracista y extraresentido por la tragedia andina. Despertará para cortar cabezas según colores, apellidos, clases sociales y barrios. ¡No gracias!
DISCERNIMIENTO.- Aún así, confío en el discernimiento indígena, en quienes oyen, discuten, analizan, conversan y deciden. Confío en quienes hacen porque sienten y creen, más allá de lo que piensan. Confío en su abrazo más que en su mazo.
Entonces…
¿QUÉ SIGUE?.- Que renuncie Dina y que se vaya el Congreso, que se vayan todos, también esos azuzadores, y que "en la academia militar enseñen medicina y los banqueros hagan viviendas y comida" (Ojos Color Sol, Calle 13).
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