Reflexión sobre las mujeres combate
Imagen sugerente, sororista, feminista; la guerrera, la Chañan Cori Coca, la Micaela, la Mariscala, la valiente y la de armas tomar. Su imagen crece, por cuanto su valentía es desproporcional: contra un helicótero o la policía. Detrás de ella el colectivo, la razón indígena, el talante campesino... Talvez amerita un busto en en el Óvalo de Pachakuteq (en vez del Inca menso que abraza el Cusco). Sí, amerita, siempre y cuando creamos que la apología a la violencia es un valor que debemos cultivar.
Esto no es resistencia, ni reminiscencia de la mujer andina guerrera; tampoco es una metáfora culturalista. Esto, señores y señoras, es violencia. Y no solo lo digo por la mujer que lanza la primera piedra, sino también por los sujetos del frente, los que lanzan la primera bala.
Esta imagen es la representación de la furia, la angustia, la frustración, la desesperación, el resentimiento y la conmoción, que es distinto a la convicción, la fortaleza, la firmeza, la sabiduría, la paciencia, la reciprocidad, la convivencia y la trascendencia, que también son valores quechua-campesinos. ¿Cuáles debemos cultivar? ¿Cuáles deberían sobreponerse a los otros?
A quienes comparten estas imágenes, creyendo que suben la moral a los protestantes, especialmente a las mujeres, debo decirles que se equivocan. Primero, porque es un acto que ustedes no hacen ni harían (su estatus les absorve). Segundo, porque en vez de polleras y huaracas, ustedes llevan jeans y lapiceros. Tercero, porque si ustedes quieren derechos se los piden a papi/mami o al amigo/a burócrata. Cuarto, porque ayudan a construir el estigma de la mujer campesina violenta, cuando ustedes ni siquiera se atreven a tirar un chanclaso a sus hijos e hijas. Quinto, porque una mujer violenta es la contracara de un hombre violento, algo que ustedes dicen que repudian. Sexto, porque la huaraca, hoy por hoy, no debe ser un arma de guerra, sino un simbolismo de confrontación normado y pautado por las partes, como en el Chiaraje. Séptimo, porque crees que ella no tiene nada qué perder, pero tú sí.
Así que warmichakuna, sororas cósmicas, al final, ¿qué proponen, violencia o basta de violencia?
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